Primera Plana

El Blog de Rafael Álvarez Gil

Una jugada maestra

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La política en Gran Canaria se ha resituado tras el movimiento de Antonio Morales y NC en la institución insular en los últimos días. Ahora mismo procede revalorar los escenarios electorales de cara a 2027 pues se han desmoronado pompas de jabón que venían circulando de un tiempo a esta parte al calor de la aproximación (o unión a plazos) a CC. Toda esa maniobra, con ingredientes de operación palaciega incluida, se ha pinchado. Y ha jugado un papel decisivo el presidente que, ciertamente, visto ahora, ha mostrado un nivel de paciencia que se antoja inigualable. Ha esperado al modo de un franciscano para actuar en el momento preciso, ni antes ni después, y ha ejecutado la jugada como un prior de monasterio, con diplomacia vaticana, sobrio en las formas. Morales, con inteligencia, ha puesto las cosas en su sitio.

En este periplo largo de decepciones, donde unos dijeron al comienzo un discurso que luego (aunque decían al principio que no) mutó en otro, han tratado de confundir y aprovechar inercias que han sido desactivadas. Morales siempre habló de renovación del espacio político, precisamente del que ha participado toda su vida, desde que su madurez entroncó con la democracia, el del nacionalismo de izquierdas y la izquierda canaria. Nunca ha apoyado diluirse en CC, entregar NC a CC. No por ser CC ‘per se’ sino por lo que han defendido. No cabe desterrar las políticas progresistas y la socialdemocracia contumaz (entiéndase como concepción de la intervención de los poderes públicos en el libre mercado) para ser peón de intereses de las élites.

Estuvieron a punto de mancillar la imagen del agüimense. Su trayectoria y legado. No fueron claros con él. Si quieres acoplarte a CC, dilo desde el comienzo, no a mitad de camino. Morales no es un presidente más del Cabildo de Gran Canaria. Para empezar, es el que en democracia más tiempo ha estado en la Presidencia. Tres mandatos continuados. Con el añadido de ser el más votado amén de una formación de creación artesanal como es NC, alejada de las grandes marcas estatales que cuentan con los beneplácitos mediáticos de Madrid y demás aparataje financiero y de lo que se tercie. Esto tiene mucho mérito. Y el Morales que alcanzó la Presidencia del Cabildo fue premiado porque previamente era reconocido como alcalde de Agüimes; un obrar y gestión que se trasladó al resto de la isla y que, cuando llegó la campaña electoral de 2015, concitó el respaldo popular para articular un gobierno de izquierdas y nacionalista por la parte de NC.

A Morales no se le usa. A Morales no se le instrumentaliza. A Morales no se le engaña. Y con este gesto en el grupo de NC ha dado un giro al tablero político, derribando el que se estaba gestando con derechización y entreguismo mediante. Su firma para el cambio de portavocía casó con la honestidad de su trayectoria, con su congruencia ideológica. Se ha hecho valer. A Morales se le respeta.