A estas alturas, está más que claro que Juan Antonio Peña es Peña y Ciuca es Ciuca. Es más, el alcalde se gobierna solo y surfea amén de las redes sociales donde se mueve como pez en el agua. Esto genera distorsiones en la familia Reyes que, a su vez, a la hora de la sucesión de una generación a otra, ya se constató que el regidor quedó a un lado relegado. Peña tomó nota porque es consciente que el éxito (inesperado) en 2023 tiene su cuño y no el de padre e hijo. De hecho, el que ha dado buenos resultados electorales a Ciuca es el propio Peña; no la marca.
Ciuca se ha movido tradicionalmente entre los 3 ediles de 2007 y 2019 y los 4 cosechados en 2011. Es decir, nada que ver con el salto que dio en 2023 hasta los 7 concejales. Hasta la fecha, Ciuca ha sido (para entendernos) un partido de segundo orden en la ciudad de los faycanes. Incluso, Peña es el que ha expandido el voto en cuanto que hasta 2023, Ciuca ha venido a ser (simplificando) el que ha recogido un voto de derechas próximo a lo que hoy sería Vox. Dicho en plata, históricamente ha votado a Ciuca los que en el presente lo harían a Vox a escala estatal. Esta tendencia la cambió o, al menos, moduló Peña.
A Peña no se le esconde que la irrupción de las siglas de Teodoro Sosa en la isla cuenta con él como baluarte propio en la ciudad de los faycanes. Vamos, que el alcalde tiene a tiro irse al Cabildo de Gran Canaria o (puede) al Parlamento en 2027 bajo el paraguas de CC y, lo que viene a ser lo mismo, de los escindidos y tránsfugas de NC que han marchado con Sosa.
Repetir mandato en las oficinas municipales de El Cubillo se le debe antojar frustrante a Peña cuando, de la mano de Sosa y CC, se le ha abierto el horizonte. Además, la gestión local ya no es lo que era antaño: hoy hay más burocracia y normas que cumplir. Todo se complica y el teléfono no deja de sonar a horas intempestivas para avisarte que en este barrio o el otro se ha caído una palmera o se ha ido la luz. Se atisba que Ciuca puede vivir una guerra interna de calado porque los deseos de Peña y los de la familia Reyes no casan. Y Peña puede volar solo, aunque le cueste una división en sus actuales filas. Pero ese es otro cantar que Peña masculla que puede sortear.