Hoy se proyectará el documental sobre Javier Fernández Quesada en Televisión Canaria, a las 22:40 horas. Este viernes será un nuevo aniversario de su asesinato en 1977: producido por los disparos de la Guardia Civil en la entrada del paraninfo de la Universidad de La Laguna. Tenerife amaneció aquella mañana con protestas laborales y ambiente caldeado que, unido a la fuerte politización en el recinto universitario, presagió una jornada dura que el instituto armado se empeñó en confirmar. Entraron sin permiso del rector y comenzó la balacera sobra una muchachada estudiantil que subía las escalinatas para refugiarse en el edificio. Quesada nunca llegó a entrar.
La importancia de dar a conocer a Quesada en Televisión Canaria es capital. Primero, porque recuerda que la Transición no fue un paseo triunfal ni una negociación ceñida a las élites en Madrid. Al contrario, hubo asesinatos varios. Hubo sangre. Hubo masacres. Personas que dieron su vida sin poder desarrollarla, las cortaron de raíz. Segundo, porque Canarias tuvo su propio episodio sobre la Transición; hubo una marca isleña sobre este periodo histórico, y Quesada en Televisión Canaria (en parte) la rescata.
El documental ‘Quesada: la verdad del silencio’, dirigido por Iván López y producido por Lamberto Guerra, concita una enorme expectación. Entre otras cosas, porque la generación de Quesada (ya jubilada) tenían que ir a La Laguna (o a la península) si querían cursar estudios universitarios. No había otra opción. No existía todavía la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Además, esa generación (y un poco antes) fueron las que engancharon con la construcción de la autonomía canaria y enseguida ocuparon puestos en la Administración; especialmente los que estudiaron Derecho y/o estaban politizados, se involucraron en los espacios públicos en democracia.
Luis Mardones, gobernador civil entonces de Santa Cruz de Tenerife, acabó, paso previo por UCD, de diputado de CC en Madrid. Claroscuros de la Transición. Evidentemente, la responsabilidad recayó en la Guardia Civil, aunque nunca fue ventilada procesalmente. Un dislate. De la investigación en el Congreso de los Diputados no se pasó. Y esas lagunas injustas, procede colmarlas con reconocimiento.
La familia de Quesada, su madre, fallecida no hace mucho, han arrastrado esta tropelía que nunca debió producirse. Al estudiante de Biología, que solo contaba con 22 años, lo asesinaron las fuerzas del orden público. Si fue fortuito al rebotar la bala o, en cambio, intencionadamente fue el disparo, es una de las cuestiones en las que se adentra el documental sobre Quesada en Televisión Canaria. Todo un acierto, un enorme acierto, que la cadena de titularidad pública lo emita.










