Hay jugadas políticas inusitadas que lo cambian todo. Y con importantes repercusiones, hasta el punto que te hacen perder el Cabildo de Gran Canaria. Hasta hace no mucho se daba por descontado que el sucesor de Antonio Morales sería Teodoro Sosa. Esto es, una vez que el agüimense decidiese marcharse, fuese o no en 2027, el galdense le sustituiría. Era algo que dentro de NC era natural, pacífico, de plano y no generaba el mínimo debate.
Sin embargo, la operación de Sosa y Óscar Hernández (que ahora igualmente impide que Morales pueda repetir en la institución insular) han trastocado sus respectivas expectativas políticas personales y la del conjunto de partidos. Una vez renovada NC con Luis Campos como secretario general, el discurso de los alcaldes escindidos ha decaído. Por tanto, este movimiento de Sosa, pactando incluso con Ciuca, ha descolocado a todos. ¿Y qué ha ganado Sosa con esto? Perder el Cabildo de Gran Canaria.
Esta pregunta solo tendrá respuesta en 2027. Eso sí, los resultados electorales que creía que iba a tener, no los tendrá. Y habrá perdido la posibilidad de ser presidente del Cabildo de Gran Canaria (es más, varios mandatos) y, a la postre, otro tanto le acontece a Morales ya que tenía a tiro seguir un cuarto mandato y no perder el Cabildo.
En esta nueva fase de NC, que tendrá que ser humilde en sus objetivos, sin miedo a recomenzar poco a poco, sin prisas, más allá del inmediatismo de 2027, no puede repetir la operación de armonizar con marcas locales que, si vienen mal dadas, o alguien las cautiva, envían un burofax a la sede, se descuelgan y si te vi no me acuerdo. Si no se comparte siglas, no hay emociones ni lazos perennes. De por sí, en los tiempos que corren, ya es difícil que permanezca lo sólido en política; no digamos ya si cada uno es hijo de su padre y de su madre en cada municipio y operan como franquicias propias unidas solo por el interés ocasional.
El PP y el PSOE querrán congraciarse los 2 o 3 consejeros que pueda obtener NC en la calle Bravo Murillo. Ambas formaciones estatales (si suman) querrán contar con el respaldo cabildicio de NC.
El intento de Sosa de acercarse a CC (Ciuca mediante) le ha puesto fecha de caducidad a Morales; supone perder el Cabildo. Y, encima, este está rodeado de otros que en 2015 se subieron a la ola de ilusión que generó el exalcalde de Agüimes, han repetido en las listas desde entonces y están cómodos. Ahora están inmersos en un atolladero y esperan que Morales les resuelva la papeleta por sí solo para 2027, y así puedan estar cuatro años más. Están equivocados: perder el Cabildo es una realidad.
Esta situación la han generado Sosa y Hernández, por lo que Morales se ha quedado sin margen de maniobra. Y NC, después de todo lo ocurrido, pagaría un precio muy alto (que incluiría finiquitar el liderazgo de Campos) si vuelve a las andadas con el galdense. Que el sucesor de Morales sea del PP, dependerá de la ola estatal y de lo que hagan (o dejen de hacer) los populares en Telde.
Solo una cosa está clara: Fernando Clavijo ya ha ganado. Pase lo que pase, Sosa fue usado. CC logró diezmar a NC, que tiene que reconstituirse. CC, al amparo del galdense y Hernández, logró su objetivo. Que Sosa tenga recompensa en el Ejecutivo autonómico, que puede ser, es otro episodio. ¿Tan importante será el premio como para digerir el haber perdido la opción de ser presidente del Cabildo de Gran Canaria? Toca esperar. Mas Clavijo seguirá siendo presidente del Gobierno de Canarias.










