Primera Plana

El Blog de Rafael Álvarez Gil

Atta

Atta

De Francisco Atta a Juan Carlos Hernández Atta, de Atta a Atta, pasa el bastón de mando en Valsequillo. Poco a poco se va reconfigurando el mapa político en Gran Canaria que responde, a fin de cuentas, a prepararse para 2027. Tras Guía, Agaete y San Mateo, tocaba Valsequillo; y resta saber qué pasará en Santa Lucía de Tirajana. El fuerte de Teodoro Sosa han sido los bastiones municipales, que lo eran de NC, y ahora el PSOE lamina al galdense de cara a restarle apoyos para la próxima cita electoral. Como es natural, todos los partidos se preparan para la batalla.

Es aquí donde sorprende cómo Sosa y demás alcaldes (y ya exregidores) pensaban que sus competidores no iban a reaccionar; que no iban a responder a su ataque. Si mueves una pieza en el tablero (¡y menuda pieza supone tratar de implosionar a NC!) los demás reaccionan; entre otras cosas, porque les va la vida en ello. El PSOE no quiere que CC y sus satélites cojan fuerza en Gran Canaria.

Así las cosas, el Cabildo de Gran Canaria en 2027 o irá a manos del PP con algún socio o, por el contrario, tendrá Presidencia socialista con NC de aliado. Estará reñido. Este viene a ser, a brocha gorda, el escenario. El bipartidismo, por tanto, tomará pujanza en la isla y tendrá sus máximas expresiones en el Ayuntamiento capitalino y en la Casa Palacio de Bravo Murillo. Se acaba un ciclo y comienza otro. Así es la política. Y la política la definen, y en gran medida, los propios actores con sus decisiones.

Menos de dos años tendrá el nuevo equipo en el consistorio de las medianías para tomar rumbo. Alertan estos del caos organizativo que vive el Ayuntamiento de Valsequillo. Y Atta, el nuevo, querrá darle un golpe de timón a la vez que mira si se rubrica la alianza de Asamblea Valsequillera con NC.

Vamos, que esto no acaba en la moción de censura vivida ayer sino que, por el contrario, el rebumbio irá a más. Y lo hará proporcionalmente al terremoto que han provocado y que deshace un tablero que era estable en Gran Canaria y que se remontaba a la época del PSOE de José Miguel Pérez y la NC de Román Rodríguez. Ese tándem, expresado en pactos tanto insulares como municipales a modo de cascada, era el contrapeso a Tenerife. El punto álgido llegó en 2015 cuando Antonio Morales se hizo con el poder de la isla. En cambio, ahora asistimos a cómo ese largo periodo lo han desmontado.