La crisis perpetrada por los alcaldes escindidos y los tránsfugas contra NC ya está inmersa en el PSOE. De hecho, el mismo temor a que Víctor Navarro (único edil valsequillero socialista) la secunde, pone de manifiesto al dilema socialista de cómo encarar al nuevo partido de Teodoro Sosa. El miedo a perder el consistorio de Las Palmas de Gran Canaria es, a estas alturas, y ya es mucho decir, lo de menos para el PSOE, aunque no lo piense así, pues tendría este contraataque capitalino de Sosa su reacción en el Cabildo de Gran Canaria, sino que el PSOE no sabe qué hacer con el nuevo panorama político que se ha abierto.
Justo en Valsequillo se está dirimiendo ahora mismo qué será del PSOE en los próximos años. En las medianías de Gran Canaria se está decidiendo sus posibles en 2027. Dicho de otra forma, si el PSOE se arredra por no molestar a Sosa y contar con él de cara a pactos futuros, la organización liderada por Ángel Víctor Torres se ceñirá (en el mejor de los casos) a ser segundo de CC. El PSOE, por ende, se supeditaría a CC incluso en Gran Canaria. En términos futbolísticos, los socialistas descenderían a la otrora llamada Segunda División B. Cuestión que, como es natural, provocará crisis orgánicas a medio plazo en el propio PSOE; a fin de cuentas, lo que no afrontas hoy, te comerá mañana. Valsequillo es la punta del iceberg.
Así las cosas, la problemática atraviesa al PSOE y solo al PSOE. NC ya tiene mucho trabajo por delante para reconstruir el daño ejecutado por los regidores escindidos y los tránsfugas. NC tiene que centrarse en su camino, recuperar su autoestima y desarrollar su propio plan sin contaminaciones y faramallas provenientes por aquellos que le dieron latigazos sin cesar. NC, al fin, echa toda su suerte en el liderazgo de Luis Campos y en el trabajo de la organización. Es el PSOE el que tiene que decidir ‘per se’ qué horizonte desea para sus propios cuadros y militancia; tanto en Gran Canaria como en el conjunto del archipiélago.
Si Campos cede, si Campos se confunde en alianzas y acuerdos sobrevenidos entre escindidos y tránsfugas, será el final precipitado de su liderazgo. Y terceros tratan de engatusarlo con tal fin. Campos sería, por consiguiente, flor de un día. Y, desde luego, implicará el fin de NC. Demasiada tarea tiene ya NC con rehacerse y repensar su rol en la institución insular como para encima alumbrar al PSOE. El problema, recalco, es del PSOE desde este momento. Evidentemente, numerosos dirigentes socialistas no querían ver lo que se les venía encima y han jugado a conservadores. Puede incluso que triunfe esta opción de no mover nada para no irritar a Sosa y CC. Mas dejaría claro que el PSOE quedará arrinconado en 2027. Carolina Darias teme que, con el concurso de la extrema derecha, le arrebaten la alcaldía como consecuencia de la moción de censura en Valsequillo. Pero el PSOE no lo toleraría y entonces atacaría en el Cabildo de Gran Canaria. Menudo rebumbio han provocado. Con todo, el PSOE tiene que decidir qué futuro desea.