Primera Plana

El Blog de Rafael Álvarez Gil

Vías secundarias

Vías secundarias

Pongamos que dejas el coche en el taller o que, de repente, tu rutina se descoloca o simplemente coges vacaciones. Y el ritmo es otro; y entonces transitas por vías secundarias a horas nada habituales. Una ciudad son muchas ciudades dentro de sí misma. Y hay colores, miradas, sombras, sonidos… distintos a los de los asfaltados principales y las grandes avenidas. A media mañana, y entresemana, mientras la urbe trabaja, hay otros que prosiguen la vida en apariencia más anodina y, sin embargo, con la misma existencia (o más) que otros.

Jubilados que llevan a los nietos al colegio o van a recogerlos, desempleados que miran a los viandantes desde una cafetería en un recodo de esas vías secundarias, la guagua que avanza sin tráfico que sortear porque por esa calle apenas hay vehículos… Estampas típicas que lo son de Las Palmas de Gran Canaria o de tantas otras urbes. Es la otra ciudad no pensada por los que están en la oficina, en la fábrica o van y vienen al sur de la isla de lunes a viernes a cumplir con sus jornadas laborales.

Vías secundarias tiene la capital de Canarias como tantas otras plazas urbanas de las islas y la península. Pero aquí el sol es intenso prácticamente todo el año y entonces esa luz se posa de otra manera en los barrios capitalinos para dejar postales del día a día que no son recogidas en las portadas ni los telediarios. Son presa fácil para un fotoperiodista con interés por contar cómo esperan otros en la parada de la guagua o cómo resiste esa tienda de frutas y verduras en vías secundarias cuando dominan los hipermercados y la globalización.

Las Palmas de Gran Canaria atesora múltiples vías secundarias que arrojan otra urbe, distinta a la oficial que sale desprendida en los catálogos para los turistas que desembarcan del crucero. Son un retrato idóneo e intimista para los propios que la habitan o la frecuentan, para el paisanaje. Eso sí, se necesita para valorarla de pausa, sosiego y, desde luego, no andar con prisas.

En los detalles está la vida. En los detalles se diferencian las personas y las ciudades. En los detalles están las líneas sinuosas que distinguen de lunes a viernes cómo son esas mañanas distintas en tan variadas vías secundarias. Hay que perderse en Las Palmas de Gran Canaria por sus vías secundarias, y así acoplarse a otro ritmo muy desigual al del ajetreo del trabajo y de la agenda imperante. Solo así, se degusta, de verdad, la ciudad.