Primera Plana

El Blog de Rafael Álvarez Gil

Pendientes del Sáhara

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Hoy es un día clave para el futuro del Sáhara Occidental. Y se mira a la Organización de Naciones Unidas (ONU) donde la Administración Trump quiere que se apoye el plan de autonomía que propone Marruecos como solución al conflicto histórico. Para empezar, nunca se puede hablar de autonomía cuando esta es impuesta. Es decir, autonomía sin decisión colectiva es una incongruencia. Con todo, el ‘trumpismo’ quiere orillar a Rusia en aras de que salga adelante esta vía que contenta a Rabat, siempre abonada a los hechos consumados, y practicando la represión en los territorios ocupados, mientras estrecha relaciones con Israel. Ese dúo conformado por Marruecos e Israel, que afecta a Canarias, ha sido propulsado por Estados Unidos. Y tiene en la ONU hoy un paso más para intentar liquidar la causa saharaui y reducirla a la autonomía impuesta.

Desde luego, el Frente Polisario lo rechaza. Y está dispuesto a negociar siempre y cuando se respete de antemano el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. La última zona de África pendiente de ser descolonizada. Cuanto más ha presionado Estados Unidos, más simbólicamente sonoro es el silencio de España, que tiene una responsabilidad directa como potencia administradora que, por el contrario, no ejerce.

Pedro Sánchez ha dejado tirado al pueblo saharaui. Mas ahora el debate en la ONU se centra en Estados Unidos y, sobre todo, si Rusia veta esta artimaña. El apoyo de Argelia y Rusia ha sido decisivo para que el Frente Polisario mantenga viva su lucha por la descolonización. Si Rusia hoy se mantiene en esta tendencia, no hay problema mayor. Si, en vez de eso, mira hacia otro lado, el ‘trumpismo’ le habrá hecho el mejor regalo impensable a Marruecos y pone en aviso, de cara al medio plazo, a España. ¿Dónde están los límites del expansionismo si antes has practicado una línea incesante de hechos consumados y de chantaje diplomático amén de la presión migratoria?

En Canarias la comunidad saharaui y la gran red de apoyo a la causa enarbolada por la sociedad canaria, mira este jueves a la ONU. Mientras tanto, la guerra sigue cerca de las islas. De qué modo lo haga y con qué pretensiones, quedará definido por lo que decida la ONU y, por acción u omisión, Rusia. Si Moscú ampara la causa saharaui, dándole alas a Argelia, el conflicto bélico persistirá y va siendo hora que se arroje luz para pacificarlo y darle cancha a las legítimas pretensiones de los saharauis. Dilatar lo actual, tampoco es solución. Son décadas ya. Pero con la postura del ‘trumpismo’, áulico asesor de Marruecos e Israel, se antoja difícil. La pelota está en el tejado de la ONU, tan deteriorada (por no hacer más, mucho más) a raíz del genocidio vivido en Palestina.