En las últimas semanas llegó el rebumbio también de las mociones de censura a Santa Brígida. El jaleo e inestabilidad política que sacude a Gran Canaria, incluso ha sobrevolado a este municipio de las medianías, aunque no mezclado con la deriva de Teodoro Sosa y Ciuca. O lo está, en la medida en que el PP huele cómo quedó en la duda Ando Sataute, y no renunciaría a la ocasión de ofrecer el bombón de la alcaldía a Unidos por Gran Canaria (UxGC). Ahora Ando Sataute queda sujeto al campo de la izquierda canaria y el progresismo en la isla, pero en cuanto que reinó la confusión en los meses precedentes, los populares se beneficiaron.
La edil Carmen Juez, de UxGC, frena que la alcaldía tenga un revolcón hacia la derecha. Sin ella, PP, una concejala de UxGC, Vox y una plataforma vecinal no suman para querer arrebatar a José Armengol el bastón de mando. Un factor de estabilidad ha sido José Miguel Bravo de Laguna que siempre ha impedido cualquier rumor o intentona de atacar a Armengol. Dada la lealtad de Ando Sataute con el exjefe del PP en Canarias, el de Bandama corresponde honestamente.
Ando Sataute ha sido en las medianías el que ha logrado erigir una opción de izquierdas con opciones de poder. El PSOE en Santa Brígida nunca ha tenido especial fuerza electoral. Este es un municipio en el que ya AP (antecedente del PP) fue el más votado en las elecciones generales de 1982, cuando la primera mayoría absoluta de Felipe González. Así pues, los de Manuel Fraga ganaron entonces en este rincón de Gran Canaria. Y, en 2025, el PP no se acostumbra a no gobernar, tras varios periplos en el consistorio.
La revoltura política es cada vez mayor. La fragmentación partidista, el que prime los pactos sobre las mayorías absolutas y el afán de CC en Gran Canaria por tener una marca afín con la que congraciarse, componen los elementos de una coctelera que promete movimientos de aquí a 2027. La ficha de Valsequillo está pendiente de dirimirse aún. Mas llama la atención cómo Santa Brígida, aparentemente alejada de la primera instancia de toda la trifulca, se ve salpicada igualmente por el runrún de las potenciales mociones de censura. La concejala de UxGC que ha entrado por Bravo de Laguna (corrió la lista al dimitir este) es leal a la alianza actual. El alcalde resiste.